¿2020?
Entre la náusea y el vómito
Otro año más en esta desgracia, otro más de sufrimiento y declive, de criminalidad y corrupción, otro año viendo a nuestro país corromperse y viciarse. Ya son muchos los años de terror y podredumbre chavista. Venezuela ha vivido entre la náusea y el vómito.
¿Cuándo se acabará esto y cómo? Este año habíamos adelantado significativamente, parecía que la usurpación cesaría, pero nos estancamos. Ha sido agotador, muy agotador.
Necesitamos que termine.
¿2020?
Nadie sabe a ciencia cierta qué sucederá el año que viene, sólo sabemos que será el año en el cual se consolidará la tiranía o se hundirá. No habrá medias tintas políticas, parte de la oposición se plegará e intentará cohabitar con el chavismo. Otros no, otros lucharán. El futuro dependerá de ellos.
Plegarse y cohabitar es rendirse, es entregarse, si lo hicieren sabríamos que el chavismo los habría devorado, se unirán al vómito.
No será nada fácil.
¿Otra opción?
¿Queremos que Maduro siga rigiendo como tiranuelo de Venezuela? Si la respuesta es negativa, tenemos que completar una tras otra todas las acciones que sean necesarias para evitarlo, una de ellas, quizá la más crucial y determinante sea reelegir al presidente Juan Guaidó.
Aquí no estamos hablando de gustos o disgustos políticos, ni de twitter, estamos hablando de política real, de una decisión crucial para mantener aislado al chavismo. No hay opción.
¿Tienes tú alguna otra?
La opción imperfecta
Aunque respeto, entiendo y comparto mucha de la frustración –es la misma mía– que se observa en las redes sociales, especialmente en twitter, no puedo dejar de considerar lo que está en juego y, pese a la discrepancias y errores, prefiero infinitamente la opción imperfecta de la democracia que la criminal de la tiranía. Sí, la prefiero.
No tengo la más remota duda de lo que señalo, ni un atisbo de vacilación, entiendo la molestia de muchos, pero hay decisiones que no son políticas sino existenciales. Esta es una de ellas.
Piénsalo.
Luchar al límite
No habrá unanimidad en los criterios de operaciones a seguir para que ocurra la urgida rebelión popular de Venezuela y el consecuente derrocamiento de la tiranía. Lo hemos dicho: un sector opositor se plegará vomitivamente al chavismo. Será muy necesaria la audacia política de los rebeldes de la cohabitación; no sólo será necesaria, de ella dependerá nuestro destino.
Si el presidente Juan Guaidó lleva la lucha al límite con audacia no sólo revivirá la esperanza y la confianza perdidas, habría iniciado –ahora sí– la lucha por liberar al país.
¿Lo hará?
No hay pronóstico
Ningún venezolano consciente o sensible está feliz por lo que ha pasado, ninguno, sólo los cínicos, corruptos y los chavistas están contentos con el estado de las cosas. La historia no perdonará un fracaso más. Habrá que tomar decisiones extremas como extrema es nuestra situación. Que unos pocos se acomoden no debe significar que la mayoría de los venezolanos lo hagamos.
Ojalá la dirigencia política entienda la severidad del paso que deben dar. Ojalá entiendan que no hay destino para ellos ni para ningún venezolano decente si no luchan y triunfan.
2020: ¿el vómito o la gloria?
@tovarr