El Departamento de Estado y su reto
La semana pasada algunos funcionarios del Departamento de Estado intentaban convencer a sus pares en la institución que había habido una enorme marcha en favor de la oposición liderada por Juan Guaido.
La mentira no pudo sostenerse porque las imágenes son dramáticas. La vieja clase política venezolana agrupada en Guaido está tan desgastada como Maduro, un dictador vergonzoso que ha sumido a Venezuela en una absoluta destrucción.
Los funcionarios americanos que intentaban a través de sus informes persuadir que las cosas iban bien realmente ya no son funcionarios del Departamento de Estado. Muy al contrario: se han convertido en militantes del partido de Leopoldo López, un político de la socialdemocracia al que el régimen mantiene apresado.
Está claro hoy que Venezuela no es ni la tiranía demoniaca sin gente dibujada por algunos conservadores ni el paraíso de los trabajadores heroicos que conciben románticamente algunos izquierdistas.
Simplemente es un país rico al que el socialismo destruyó, y que está cansado. Un país con un Estado policial represor y una economía disfuncional.
Fue una enorme estupidez la radicalización en la que fue cayendo la embajada de EEUU en Venezuela. Le hicieron un favor al régimen cuando salieron del país. A partir de ahí EEUU quedó sin información real, y sin una compresión de lo que estaba sucediendo en el pais.
Pero no lo que acontecía en el país de la clase media, sino en el país de los pobres. El más grande hoy día. 80 % de quienes votarán cuando haya elecciones verdaderamente libres.
Mientras camino con mi movimiento Prociudadanos todos los días los barrios de Venezuela veo algunos carteles que condenan el embargo estadounidense como “genocidio”. Eso es ridículo.
Sin embargo, el bloqueo sí es absurdo y contraproducente, y no consigue más que perjudicar al pueblo venezolano , a quien supuestamente tratan de ayudar. Esto es una cosa que ninguno de esos funcionarios que están a cargo del tema de Venezuela parece querer explicar.
El objetivo del embargo estadounidense ha sido castigar a Venezuela por las políticas radicales que adoptó tras la muerte de Hugo Chávez y el ascenso de Nicolas Maduro, de modo de aislar y debilitar al gobierno hasta provocar su cambio.
El gobierno sigue ahí.
El 23 de enero, día en que Juan Guaido se autoproclamó Presidente, ¿qué es lo que van a celebrar los funcionarios rendidos al partido de Leopoldo López? ¿Celebraron un año de mandato? O ¿ que el débil Maduro sigue ahí?
Mis visitas a Washington siempre han estado rodeada de polémicas. Sobre todo porque yo repito en el Departamento de Estado, lo mismo que digo en Venezuela: Las sanciones estadounidenses le dieron municiones al régimen de un inepto como Maduro para achacar los errores de política económica interna al embargo.
Es hora de hacer un cambio en el equipo. Confío plenamente en la diplomacia del Departamento de Estado. Llegó la hora de hacer unos ajustes en el equipo delantero.