Carta de Calderón Berti a Guaidó: Hubo un claro distanciamiento hacia mí tras caso Cucuta
Jhoan Meléndez / 29 nov 2019.- El exembajador/AN en Colombia, Humberto Calderón Berti, envió una carta a Juan Guaidó en relación al caso Cúcuta y otras consideraciones.
En ella explica que, una vez termine toda la tragedia del país, «deberemos agradecer este comportamiento ejemplar y solidario de nuestros hermanos colombianos» quienes «nos han recibido con generosa hospitalidad a pesar de sus propias carencias y limitaciones. Nuestros compatriotas han sido acogidos a pesar de las presiones que ellos ejercen sobre los sistemas de salud, educación, vivienda y empleo».
Sobre el llamado «cucutazo» acota: «A los pocos días de mi arribo a Bogotá, se dio inicio la Operación Libertad, que consistía en pasar la ayuda humanitaria desde la frontera hasta el territorio venezolano. Dicha iniciativa se vio frustrada por la obstinada postura del régimen venezolano que impidió el arribo de los alimentos y medicinas que han debido llegar a Venezuela para aliviar las penurias y necesidades de nuestra gente».
«Hubo una importante presencia de altos dignatarios y de la prensa internacional en espera de importantes acontecimientos que se suponía debían presentarse al otro lado de la frontera. Nunca tuvimos conocimiento de las expectativas que usted creó a los demás presidentes y líderes presentes, pero ha debido ser algo importante para que dichos dignatarios se movilizaran desde tales lugares hasta Cúcuta en dicha fecha. De ese balance no hemos tenido hasta ahora ninguna rendición de cuentas».
«Desde los inicios de la llegada de los militares a Colombia empezamos a recibir comentarios sobre un manejo indebido de los recursos destinados a atender el contingente de los 148 militares que fueron alojados en hoteles que serían atendidos directamente por personas designadas por usted y cuyo costos de manutención también correrían por cuenta de funcionarios asignados a su despacho… El 26 de abril recibimos una alerta de las autoridades colombianas de que efectivamente se venían produciendo hechos indebidos. Solicitamos información al respecto y, una vez recibida la misma, ordenamos una auditoría para determinar si habían ocurrido hechos dolosos. El resultado de dicha auditoría fue que hubo un manejo impropio de los recursos destinados a la atención de los militares que no estaban siendo atendidos por Acnur. El mismo día que recibimos el informe de auditoría, el 15 de junio, se le hizo llegar el informe vía electrónica a usted, Julio Borges y Leopoldo López. Durante la investigación, tanto Borges como López estuvieron al tanto de las indagaciones».
«El día anterior de recibir el resultado de la auditoría se publicó en el portal digital de «Panam Post» un reportaje basado en una denuncia sobre el tema y sobre la ayuda humanitaria. Nosotros veníamos indagando sobre el manejo de los recursos destinados a los militares, pero no habíamos recibido ninguna denuncia sobre el tema de la ayuda humanitaria. Sobre la información que se publicó la Embajada no tuvo ninguna responsabilidad… El problema de Cúcuta no es que se haya publicado, sino que haya ocurrido. Lleve la denuncia el 18 de junio a la Fiscalía de Colombia. Es a este órgano donde corresponde concluir las investigaciones y tomar las medidas pertinentes…. Se ha comentado que se ha tratado de un monto relativamente pequeño, pero ese no es el tema, el monto no es lo esencial; fue el hecho en sí. Si se pregona que somos distintos, hay que demostrarlo. La honestidad y la transparencia no es un recurso retórico para los discurso. Es un comportamiento esencial de un servidor público, quien con su comportamiento debe testimoniar lo que pregona».
«Lo cierto es que desde que ocurrió ese hecho he observado un claro distanciamiento suyo y de su equipo hacia mi persona, lo cual dificulta y entorpece mi trabajo como Embajador de Colombia. A pesar de ello, he continuado haciendo mi mejor esfuerzo por cumplir mi responsabilidad… En mi carrera siempre he actuado con responsabilidad, lealtad y honestidad a mis superiores. Soy disciplinado, pero jamás sumiso. Cuando he encontrado algo con lo que no estoy de acuerdo, lo he expresado con respeto a mis superiores, esperando atención a mis sugerencias y opiniones».
En cuanto al diálogo de Oslo, refiere Calderón Berti: «Otro aspecto que parece haber causado cierto distanciamiento entre usted y mi desempeño ha reciente un fallido proceso de diálogo con el régimen… En el tiempo consumido durante ese proceso, nuestra causa ha sufrido un serio deterioro en su propia confianza, en su cohesión y su voluntad de movilizarse y en la credibilidad de aliados externos cruciales».
«Respecto a estos aliados externos y el diálogo, debo decirle que fue un serio error haber emprendido tal iniciativa sin un mínimo contacto y entendimiento con un gobierno tan comprometido y relevante en la causa de nuestra liberación de la tiranía como es el de Colombia. Con este proceder se hizo un daño a la credibilidad y se saltó a la confianza. Afortunadamente, este país sigue firme en su apoyo al rescate de nuestra libertad», continúa Calderón Berti.
«Se ha menospreciado a nuestros aliados esenciales como lo son Estados Unidos, Colombia y Brasil en la adopción de estrategias de política internacional que son vitales para el rescate de nuestra democracia. No estamos planteando subordinación o tutelaje de su parte. Las decisiones siempre deben estar en manos venezolanas, pero ello no es óbice para que tengamos una mínima cortesía de consulta en temas fundamentales. Las negociaciones de Oslo y posteriormente en Barbados, han debido ser informadas previamente a un aliado fundamental como Colombia. Nada hacía suponer que esas negociaciones llevarían a algún resultado. El régimen lo que pretendía era ganar tiempo y efectivamente lo logró».
Sobre el estatuto de Transición afirma: «No puede adelantarse el proceso y celebración de elecciones de ningún tipo mientras no se haya logrado el cese de usurpación. Vale decir, mientras Maduro usurpe el poder podrá haber elecciones, pero jamás serán libres. En este punto, yo he sido consistente, por supuesto, de manera discreta, como correspondía a mi cargo. Pero si ese es un punto de fricción con usted… lo asumo responsablemente».
«La transición es de extrema importancia. Allí se deberán construir los cimientos de una verdadera y genuina democracia. Se debe adelantar con sabiduría y desprendimiento. Con una verdadera unidad e inclusión de los mejores. Con amplitud y sin sectarismo. Las credenciales no pueden ser la filiaciones políticas, sino la competencia y la probidad. El reparto de cuotas partidistas, como lo hemos presenciado en estos meses, absolutamente improcedente y nos llevaría al fracaso… La gobernabilidad no será un asunto menor. Serán meses, si no años, de trabajo arduo que van a requerir de un solido respaldo de la ciudadanía y de nuestra Fuerza Armada», remató.